El sábado corrí el Carmona Páez, carrera homenaje a un sargento que ganó el maratón de Madrid en 1981 y fue atropellado por un camión mientras entrenaba.
Esta prueba es de mucho prestigio por aquí, con mucha gente buena corriendo.
Realmente no había pensado en ganar, pero sí que quería ir en cabeza hasta no poder más. O primero o último. La táctica era "fácil" y en esas estábamos, corriendo a tope desde el principio.
Fue en la subida del km 6 ,tras una cuesta abajo en que me sacaron unos metros. cuando me puse por primera vez primero, tirando de un grupo de 4. Poco me duró la posición, 5-6 segundos, pero por un momento pensé, "ostia, y si ganara?"
Pero íbamos muy rápido, hacía mucho viento y había mucha cuesta. Ya en el último km el ritmo era demasiado alto y perdí metros. Quedaría segundo y pensaba en que hay que entrenar más. Más series, la montañita para las cabras.
Pero , ojito, si ahí estaba la meta ya!. A 400 m de meta y a 40-50m del primero. El resto no se cómo pasó pero me ví esprintando como un loco. Si había corrido toda la semana con medio erizo en la planta de los pies, no podía dar un poco más?
Ganar al sprint, cuesta arriba, con todo lleno de gente animando, el Carmona Páez, son sensaciones que no se pueden comprar con dinero, por eso nos gusta tanto correr. ( por cierto, se busca video de llegada a meta, ;) ).
Reconozco que lloré un poco. De alegría, por mí y por poder dedicárselo a mi míster Juan Antonio. La última vez que lloré fue en Munich, donde el verano pasado un médico me dijo que siempre correría con dolor. ( que te crees tu eso, chaval).
Desde mi caída por la montaña hasta ganar el Carmona han pasado casi 3 años. Muchos meses en que cada dìa he pensado y me he replanteado qué hacer para encontrarme mejor. Días en que casi perdía la esperanza. Día tras día haciendo cosas con dolor, soñando con mejorar en algún momento, con despertarte y que no te duela la espalda. Son estas cosas las que ponen fuerte.
Por todo esto la victoria no fue en esta carrera, sino todos los días anteriores, cuando uno se esfuerza por las cosas que le gustan. Como todos hacemos, no?
Para mí el correr sin dolor ya es un premio, un premio que me da el privilegio de disfrutar de sitios increíbles y de experiencias con amigos y buena gente. Suficiente premio para estar celebrándolo todos los días, y todo el verano ;).
Un saludo y que corráis mucho!, y si lees esto, gracias porque también me habrás dado motivación y ayudado para correr, con dolor, con púas en los pies y to eso!. ;)
Esta prueba es de mucho prestigio por aquí, con mucha gente buena corriendo.
Realmente no había pensado en ganar, pero sí que quería ir en cabeza hasta no poder más. O primero o último. La táctica era "fácil" y en esas estábamos, corriendo a tope desde el principio.
Fue en la subida del km 6 ,tras una cuesta abajo en que me sacaron unos metros. cuando me puse por primera vez primero, tirando de un grupo de 4. Poco me duró la posición, 5-6 segundos, pero por un momento pensé, "ostia, y si ganara?"
Pero íbamos muy rápido, hacía mucho viento y había mucha cuesta. Ya en el último km el ritmo era demasiado alto y perdí metros. Quedaría segundo y pensaba en que hay que entrenar más. Más series, la montañita para las cabras.
Pero , ojito, si ahí estaba la meta ya!. A 400 m de meta y a 40-50m del primero. El resto no se cómo pasó pero me ví esprintando como un loco. Si había corrido toda la semana con medio erizo en la planta de los pies, no podía dar un poco más?
Ganar al sprint, cuesta arriba, con todo lleno de gente animando, el Carmona Páez, son sensaciones que no se pueden comprar con dinero, por eso nos gusta tanto correr. ( por cierto, se busca video de llegada a meta, ;) ).
Reconozco que lloré un poco. De alegría, por mí y por poder dedicárselo a mi míster Juan Antonio. La última vez que lloré fue en Munich, donde el verano pasado un médico me dijo que siempre correría con dolor. ( que te crees tu eso, chaval).
Desde mi caída por la montaña hasta ganar el Carmona han pasado casi 3 años. Muchos meses en que cada dìa he pensado y me he replanteado qué hacer para encontrarme mejor. Días en que casi perdía la esperanza. Día tras día haciendo cosas con dolor, soñando con mejorar en algún momento, con despertarte y que no te duela la espalda. Son estas cosas las que ponen fuerte.
Por todo esto la victoria no fue en esta carrera, sino todos los días anteriores, cuando uno se esfuerza por las cosas que le gustan. Como todos hacemos, no?
Para mí el correr sin dolor ya es un premio, un premio que me da el privilegio de disfrutar de sitios increíbles y de experiencias con amigos y buena gente. Suficiente premio para estar celebrándolo todos los días, y todo el verano ;).
Un saludo y que corráis mucho!, y si lees esto, gracias porque también me habrás dado motivación y ayudado para correr, con dolor, con púas en los pies y to eso!. ;)
Enhorabuena Miguel!!! Sigue así. Tu entrada dan ganas de salir a entrenar y eso que ya he entrenado hoy.
ResponderEliminarjeje Muchas gracias!! me alegro que te entren ganas, saliste al final? ;) al iio!!!
ResponderEliminarIncreible....que grandes recuerdos tengo yo de cuando corria por alli, la ultima vez que corri alli fue en el 2012 y quede el ultimo¡¡¡,jajaja, pero como disfrute esa ultima posicion...que vaya muy bien todo¡¡¡.
ResponderEliminarSaludos.
¡Enhorabuena otra vez, Miguel! Soy Ramón, el que te saludó en el Carmona como seguidor de tu blog. Veo que has seguido colgando historias interesantes, y alguna que otra increible como la de Sierra Nevada! Un saludo.
ResponderEliminarmuchas gracias!! e igualmente, que vaya todo muy bien!!
ResponderEliminarRamon, un placer conocerte en persona, si te apuntas para ir a las Sierra, ya sabes!!! 1 saludo y al lio!!! ;)
Takk i lige måde for din inspirasjon! ;)
ResponderEliminarStå på! :)